Erase una vez un grupo de actores que improvisaban sus espectáculos. Principalmente se dedicaban a interpretar parejas conocidas. Un día, durante una presentación, un hombre importante, cansado de las excentricidades, les pidió que imitasen a la pareja más común del mundo. Entonces el actor se vistió con ropas modestas y se ensucio con alcohol y la actriz se pinto de morado y en un rincón del escenario, fingió llorar.
Autor: Augusto Castro (3° Media)
No hay comentarios:
Publicar un comentario