Despertando las Momias es un espacio interactivo abierto a la comunidad, en el que docente y estudiantes de la materia Construcción de la Ciudadanía de la Scuola Ugo Foscolo hacemos públicos algunos resultados del trabajo en el aula, con el objeto de interpelar a la sociedad y contribuir a su transformación.
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domingo, 12 de agosto de 2012
Vivienda Digna
El problema de la vivienda crece cada día más en nuestro país. El Estado Nacional argentino ha ratificado varios pactos internacionales que fueron incorporados a la Constitución Nacional, por medio de los cuales este ha asumido una responsabilidad ante sus ciudadanos, puesto que se compromete a garantizar los derechos consagrados en esos documentos. Es decir que el Estado argentino tiene la obligación de hacer, de intervenir, de ejecutar políticas públicas con el objetivo de que "todas los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino" tengan acceso a una vivienda digna.
Según el PIDESC, el derecho a la vivienda adecuada "debe considerarse como el derecho a vivir en paz, seguridad y dignidad en alguna parte donde haya opciones de empleo, hospitales, escuelas y demás servicios sociales (...) Una vivienda adecuada significa disponer de un lugar donde poder aislarse si se desea (...) y debe contener ciertos servicios indispensables para la salud, la seguridad, la comodidad y la nutrición" etc.
Sin embargo, y a pesar de todo esto, el Estado no cumple con estas obligaciones. Lamentablemente, los Estados suelen realizar estos pactos para legitimarse internacionalmente, pero sin intenciones reales de hacerlos cumplir.
En el caso argentino, el Estado no solo no cumple, sino que además reprime con desalojos y prisión a aquellas personas que producto de la desesperación buscaron satisfacer esa necesidad básica por sus propios medios.
Las personas que no poseen los recursos para comprar una vivienda digna se ven obligadas a buscar soluciones de emergencia. Una de ellas es la de construir con sus propias manos una casa de condiciones precarias en un terreno desocupado o abandonado. Y no me parece mal, ya que estas personas están procurando por sus propios medios lo que por derecho les corresponde y que el Estado no se molestó en garantizar, y por lo tanto este no debiera desalojarlos, porque de su irresponsabilidad y por su culpa es que esas personas se encunentran en dicha situación.
Yo creo que el que se debería quedar en prisión es el Estado, que constantemente, al no dar un hogar digno a aquellas personas que lo necesitan, está violando los derechos humanos suscriptos en los pactos que el mismo se comprometió a cumplir ante el mundo y ante sus propios ciudadanos.
Chiara Minore (1° Liceo - 2012))
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