Buenos Aires, un agujero
con vías
y
caños de escape
que no sirven
para escapar
de la desesperación
por llegar temprano
y de esa forma de chocar
todo y a todos
con odio e indiferencia
En el centro de la ciudad
no esta el ciudadano
sólo su intención
de no ver
de no tocar
de tapar eso
que no quiere
ser
y seguir
con su
indiferencia esclava
Trabajar muchas horas
y
recibir poco
a fin de mes
el cajero automático
escupe
sus magros sueldos
La culpa no es de la ciudad
la culpa es del ciudadano
Autora: Melisa Mancovsky (3º Media)
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