¿Alguna vez pensaste que tanto proxenetas como clientes son prostituyentes?
No es una pregunta menor, y sabemos que para muchas personas, en primer lugar para muchos hombres, puede ser incómoda y hasta molesta. Pero para nosotras es fundamental: porque, en general, está ampliamente aceptado que en este flagelo de la trata de mujeres para la prostitución hay responsabilidades directas e indirectas del gobierno nacional, de los gobiernos provinciales, de los jueces, de la policía, de tantos medios de comunicación y, en primer lugar, de los tratantes y proxenetas de muy diverso tipo; pero muy pocas veces se hace referencia a los clientes, sin los cuales este círculo de violencia, esta industria de opresión y muerte de mujeres secuestradas y desaparecidas no se completa, no se cierra.
Y queremos decirlo claramente: la prostitución y, más aún la trata, es violencia contra las mujeres; una violencia que se asienta sobre un pacto masculino, sobre un pacto patriarcal entre clientes y proxenetas de muy diverso tipo que, si bien no es un pacto explícito, es un pacto con claros códigos, que existe y está absolutamente naturalizado. Es verdad que son los proxenetas y los tratantes los que montan y se benefician con este negocio, pero también es cierto que nadie ofrece y comercia aquello que no tiene demanda.
¿Hasta cuándo tendremos que soportarlo?, ¿hasta cuándo tendremos que soportar la numerosa y naturalizada cantidad de clientes que pagan, que son cómplices, que pasan sus horas “divirtiéndose” con mujeres secuestradas, torturadas y drogadas por la fuerza?
¿Alguna vez pensaste que los clientes pueden ser, son, nuestros padres, hermanos, hijos, novios, maridos, amantes, amigos, compañeros?
Porque cuando hablamos de clientes estamos hablando de hombres concretos, de todas las clases, de cualquier condición: todos pueden ser clientes, con algunos pesos o con cientos de dólares, todos pueden ejercer el privilegio que el patriarcado les otorga.
Por ello decimos una vez más: ¡sin clientes y sin proxenetas no hay prostitución ni trata!
Y para las mujeres que llevamos adelante esta Campaña, la lucha contra las redes de prostitución y trata de mujeres, así como contra la responsabilidad de las instituciones estatales, es inseparable de la crítica y de la denuncia de la complicidad de los clientes.
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ResponderEliminarAclaración: los dos comentarios precedentes fueron eliminados puesto que estaban plagados de insultos. Los insultos son un fiel indicador de los límites intelectuales de quienes los profieren. Y en este blog no aceptamos insultos a cambio de razones.
ResponderEliminarEn cuanto a contenidos, ambos mensajes eran fundamentalmente misóginos y machistas. Estos señores se vanagloriaban de ser "clientes prostituyentes" y aseguraban que las mujeres y niñas víctimas de las redes de trata, secuestradas y forzadas a practicar la prostitución, lo preferían antes que estudiar o trabajar.
Resta decir que, si los señores "clientes" desean abandonar la usual cobardía de insultar anónimamente a través de internet, con gusto los recibiré personalmente a los fines de dirimir cualquier malestar generado en relación a lo que aquí se publica.
Profesor Pablo Cortés.