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martes, 11 de diciembre de 2012

Los viejos vinagres



Bueno chicos, me permito compartir con ustedes este video, donde se puede ver una presentación de Sumo en vivo, en la televisión. Toda una rareza. El programa se llamaba "Domingos para la Juventud" y se emitía por canal 9.

Ese mismo domingo 29 de junio de 1986, la selección argentina de fútbol, capitaneada por el mejor de todos los tiempos, se consagraba campeón del mundo al derrotar a su par de Alemania por 3 a 2 en el mítico Estadio Azteca de la Ciudad de México. Queda claro que ese día no había nada mejor para hacer que mirar la tele.

En algún momento entre el 21 y el 22 de diciembre del año siguiente, fallecía Luca Prodan, cantor, compositor, ideólogo y líder de Sumo. La disolución del grupo daría lugar al surgimiento de dos de las mejores bandas de la historia del rock nacional; Divididos y Las Pelotas.

Luca... ¿de qué planeta viniste para dejar tanto rock en el camino?





miércoles, 28 de noviembre de 2012

El sindicato de música



Erase una vez un campo donde ni siquiera las poderosas tormentas conocen sus límites y donde hay un silencio que tan profundo que ni el silencio sabe que existe. En este campo reina un ave de plástico que la humanidad desechó. Y de todos los malos talentos del mundo, ella es la que no deja que los vientos silben y que los cultivos bailen, ni que los insectos y animales entonen su música preferida y hagan fogatas y cuenten anécdotas.

Un día apareció un hombre viejo con una barba larga. No era ni bueno ni malo. Este hombre con su barba, interpretaba canciones de arpa que despejaban hasta los cielos más negros, haciendo aparecer las galaxias que nadie en este mundo conoce. Ni bien empezó a tocar una melodía, se escuchó un ruido débil y gracioso. Era un grillo que venía a avisarle que el ave de plástico había prohibido la música por envidia, ya que no podía cantar.

El viejo, preocupado, se acostó a dormir en el campo mudo. Al rato despertó con una idea; organizar un sindicato de música para enfrentar al ave de plástico. Comenzó hablando con todas los bichos y las plantas:

- El sindicato estará hecho de toda la música que todo ser vivo pueda hacer...

Así, de a poco, convenció a todos para que lo ayudaran a construir una pequeña choza que sería la sede del flamante sindicato.

Y en eso estaban cuando del cielo descendió el ave de plástico, emitiendo un sonido tan aterrador que las estrellas del cielo corrieron a esconderse atrás de las nubes. El hombre le pidió que sacara la prohibición de la música. Entonces el ave pegó otro grito tan fuerte que arrancó los árboles de raíz. pero el sindicato seguía intacto. En ese momento, el viejo interpretó La Flauta Mágica de Mozart y restauró los árboles en su lugar. Luego entonó las más mágicas notas jamás oídas y el ave de plástico se transformó en un zorzal, que canta de tarde, de noche y de mañana, para toda la vida.


Autor: Tomás González (3° Media -2012-)

martes, 27 de noviembre de 2012

Vampiros en Argentina



Alberto era un vampiro. Pero no cualquier vampiro; era un vampiro bueno. Y como a todo buen vampiro, a Alberto no le gustaba matar gente. Antes Alberto había probado sangre de rata, paloma y sapo. Pero el gusto era muy feo. Por eso consiguió un trabajo en el banco de sangre, donde conseguía su alimento sin necesidad de andar por ahí mordiendo cuellos.

Alberto trabajaba 6 horas en el turno noche, porque como todo vampiro, la luz del sol podía matarlo. Un noche, mientras trabajaba, su jefe el señor Willmer, le comunicó que había decidido ascenderlo debido a su buen desempeño en el trabajo. A partir de ese momento Alberto trabajaría de día.

Como Alberto era un vampiro, si salía a la calle bajo el sol se moría. Así que pasara ir al trabajo siempre se ponía un buzo con capucha, guantes y lentes oscuros. Un día, mientras esperaba el colectivo, pasaron dos policías a quienes su apariencia les pareció sospechosa. Entonces le pidieron los documentos y comenzaron a interrogarlo:

- ¿Por qué tiene las uñas tan largas?

- Para rascarme mejor...

- ¿Por qué tiene la piel tan blanca?

- Porque tomo mucha leche...

- ¿Por qué no se saca la capucha?

- Porque soy alérgico al sol...

A pesar de que Alberto no estaba haciendo nada malo, a los policías les seguía pareciendo raro y sospechoso. Por eso decidieron detenerlo: 

- Señor, va a tener que acompañarnos por averiguación de antecedentes

Así fue que los policías llevaron a Alberto a la comisaría y lo pusieron en una celda. Alberto esperó y esperó, hasta que se cansó de estar ahí encerrado, sin ningún motivo y entonces se transformó en murciélago y se escapó volando entre las rejas.
Y es por esta razón que los vampiros en Argentina trabajan de noche.


Autor: Lucas Gunes (1° Liceo -2012-)

Mundo Subterráneo



Erase una vez un mundo subterráneo donde los terremotos jugaban a las escondidas, en silencio. Ahí vivían miles y miles de hombres-topo. Sí, así es, hombres-topo.

Todos los días era lo mismo. Salen de sus cuevas, caminan, se arrastran por los túneles, en fin, trabajan.

Un día como hoy, solo que fue ayer, sucedió algo extraño y espantoso. Una enorme bestia blanca y negra apareció en medio de los túneles. Al principio los topos huyeron despavoridos. Pero al rato se dieron cuenta que el monstruo gigante estaba atorado, entonces decidieron hablarle. Para eso llamaron a Don Topo, el topo más viejo y más sabio de todo el subsuelo.
Una vez allí todos empezaron a quejarse de la criatura; uno de los topos dijo:

- Este monstruo es diferente a nosotros, es más grande que nosotros, viene del aire de arriba...

Otro de los topos agregó:

- Tiene otro color de pelo y ocupa mucho lugar, obstruye los túneles...

Y finalmente un topo ñato, dirigiéndose a Don Topo, sentenció:

- Le pedimos que lo destierre de nuestra cueva.

Luego de examinar cuidadosamente a la criatura, Don Topo se levanta y dice:

- ¿Quién es usted y que está haciendo acá?

- Me estoy escondiendo -Dijo la bestia- por que me quieren arrancar la piel, sacarme la leche y quemarme la carne.

Algunos topos siguieron quejándose:

- Está mintiendo, no existen criaturas tan malvadas como para hecer semejante cosa. Además, ¿quién se atrevería a enfrentarse a un monstruo tan grande como vos? Viniste a invadirnos y a infectarnos con tu feo olor.

- Yo viene acá para tratar de seguir con mi vida, igual que ustedes...

Don Topo le preguntó:

-¿Cómo te llamas y que tipo de criatura sos?

- Me llamo Horacio y soy una vaca...

- Mucho gusto Horacio, soy Don Topo y se de las crueldades de la superficie. Creo que te podemos hacer un lugarcito.

- ¡Muchas gracias Don Topo! Le prometo que no se van a arrepentir. Soy muy callado y respetuoso. ¡Ni se van a dar cuenta que estoy!

- Pero señor... -Alcanzó a decor un topo en el preciso momento en que Don Topo lo cortó en seco- Horacio se queda, he dicho.

Algunos topos se enojaron mucho, pero con el tiempo se fueron acostumbrando a vivir con Horacio y hasta se hicieron amigos, dando forma a una comunidad en la que a pesar de las diferencias, todos tienen los mismos derechos.


Autor: Ignacio Baz (3° Media -2012-)

lunes, 26 de noviembre de 2012

Clase

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El Hombre es un animal político (Aristóteles).

En primer lugar reflexionamos respecto de la utilización del término “hombre” a modo de sujeto genérico-universal ¿Y la mujer? Averiguamos que las mujeres ocupaban un lugar subordinado en la sociedad antigua clásica, contexto en el cual Aristóteles escribe, y que por eso se habla de el “hombre” y no de el “ser humano”. Luego pensamos al hombre definido como animal, es decir como una especie dentro de la fauna. ¿Cómo se fundamenta esta afirmación? Imaginamos la posibilidad de que Aristóteles advirtiera, por medio de simple observación y experimentación, evidentes similitudes entre los seres humanos y el resto de los animales, en especial los mamíferos. Concluimos que, desde un enfoque moderno, se trataría de una visión más bien científica de la realidad. Para llegar a esta primera conclusión confrontamos la frase de Aristóteles con el pensamiento religioso, en particular el cristianismo. Dijimos que el pensamiento religioso esta basado en la Fe, es decir que al contrario de la Ciencia no se propone demostrar nada de lo que afirma, que se trata de “creer” sin ningún tipo de evidencia. Según el libro del Génesis (parte inicial de la biblia) el hombre (Adán) es una creación divina, hecho de barro “a imagen y semejanza de Dios”. Según esta doctrina, la mujer (Eva) es creada de una costilla del hombre; es decir que aparece como un subproducto de este, como su complemento, a su servicio. Por lo tanto, afirmar que el hombre es un animal resultaba imposible para el cristianismo, ya que por vía deductiva conduciría a considerar que dios es un animal. Por lo demás, en la tradición cristiana lo animal porta una carga negativa, al punto que se suele hacer referencia al diablo en términos de "bestia". Dijimos entonces, que desde un enfoque moderno, el enunciado de Aristóteles resultaba anti-religioso.
En este punto nos propusimos reformular la frase, reescribirla, decirla de otro modo, a los fines de aclarar su significado:

el hombre es el único animal capaz de hacer política”

Descubrimos que para Aristóteles, la capacidad de hacer política es lo que nos diferencia del resto de la fauna, lo que nos define como seres humanos. Entonces hablamos de la Condición Humana como un conjunto de atributos (la razón, el trabajo, el lenguaje, los sentimientos, etc.) que nos hacen “ser humanos”. En otras palabras, somos humanos a condición de portar esos atributos. Y nos dimos cuenta que seguramente Aristóteles no ignoraba todos esos atributos, sólo que consideraba a la capacidad de hacer política como el atributo más relevante, más definitorio de la condición humana. Es decir que estábamos frente a una jerarquización de los atributos que hacen a la condición humana, y la capacidad de hacer política estaba para él en primer lugar.

En ese momento nos preguntamos ¿qué pasaría si a los seres humanos se nos impide hacer política?
Según Aristóteles perderíamos el atributo más importante de nuestra condición humana, nos animalizaríamos, nos embruteceríamos. También nos preguntamos ¿en que situaciones las grandes mayorías populares se ven impedidas de hacer política? Entonces pusimos el ejemplo de la Dictadura Militar, que por medio del Terror y la represión impide la participación política de las mayorías populares. Pero también hablamos del desinterés generado por la falta de educación, o a causa de una educación que fomenta la apatía, la falta de formación, de acceso a la cultura, como producto de la pobreza y la exclusión, etc.

Todo esto nos permitió pensar la importancia del ejercicio de la política, para lo cual realizamos una actividad con el texto de Bertold Brecht (El Analfabeto Político). Ese ejercicio nos permitió diferenciar la política (como actividad que puede realizar cualquier persona) de los políticos (individuos que hacen de la política su profesión, profesionales de la política)

Espero les sirva. Abrazos para todos

Profe Pablo

jueves, 22 de noviembre de 2012

El Temible Navarrete

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Hace mucho mucho, mucho tiempo, tanto que los relojes de arena del mundo no alcanzarían para medirlo, en un monte desolado e irreconocible escondido en los confines de la cordillera, donde el agua de lluvia se evapora antes de tocar el suelo y la flora es un simple cactus sin flor; vivía un ser inhumano, horrendo y espantoso. Una criatura capaz de asustar a cualquier niño solamente con el poder de la imaginación y su mirada destructiva. Un ser con ojos de víbora y cuernos de cabra, con la habilidad de erizarte hasta los pelos de las patas.
Dicen los gauchos que lo avistaron en medio del monte, que fue tal el julepe que se pegaron, que se les desataron los cordones de las alpargatas y se les cayeron las bombachas. Cuentan que más de uno terminó gritando como niña y haciéndose pis encima, aterrados de miedo. A esta abominación totalmente espantosa y desagradable, la llamaban “El Temible Navarrete”…
Una noche fría y oscura, en que solo se oían los ruidos extraños del bosque, una niña se encontraba sola en la oscuridad, llorando mojada. Tenía frio y miedo a la vez, estaba perdida y no sabía cómo había llegado hasta ahí. En lo único que pensaba era en no toparse con el temible Navarrete. Había oído muchos mitos e historias tremendas acerca de aquel bicho, tan tremendas que más de una vez, le dieron pesadillas. Cansada de tanto andar sin rumbo, decidió quedarse a los pies de un enorme sauce y dormir hasta que amanezca. Pero… a media noche, el árbol cobró vida y mientras la niña dormía, la agarró lenta y suavemente entre sus brazos.
Al despertarse, la niña se sorprendió al notar que no estaba en el mismo lugar que antes. Se encontraba seca y cubierta con una manta. Al lado de ella tenía un desayuno compuesto por bocadillos de gusanos y té de lima con pedazos de bicho volita. Pero la niña ni se atrevió a tocarlo, ya que le daba repugnancia.
Giro la cabeza de izquierda a derecha para visualizar el ambiente. Era una casa. Más linda que la suya. Las paredes eran de barro seco y el piso estaba cubierto por una hierba de color verde flúor. Las mesadas y los estantes eran de madera y las camas eran de hojas de palmera. Era una casa muy acogedora, pero, para ella, no era un lugar donde podía vivir una persona. Le faltaba el baño y una cocina limpia. No encontraba el detergente ni la esponja para lavar los platos y no había electricidad ni agua corriente.
En ese momento escucho una vocecita que le decía: _Buen día señorita, ¿Como ha dormido?
La niña giro de repente su cabeza y se encontró con una criatura gigantesca, cubierta por pelos castaños. Pero no se asustó, ya que noto en su cara una sonrisa grande y una simpatía perfecta.
_Bien, gracias por preguntar_ dijo la niña _esta cama es muy cómoda, y la casa muy acogedora.
_Lo sé, mis manos la construyeron día y noche para que quede así de bella como es ahora_ dijo la criatura _anoche te encontré en el bosque, estabas dormida a mis pies, y note que estabas mojada así que te traje a mi casa para que no te resfríes.
_Ayer mi mamá me había dicho que vaya a buscar unas hierbas aromáticas para el cordero que estaba cocinando, y me perdí. Debe estar muy preocupada, tengo que avisarle que estoy bien… ¿Me acompañas al pueblo para avisarle?
_ ¡No! De ninguna manera_ Grito la bestia _ la última vez que fui al pueblo, las personas corrían a refugiarse, y cerraban las cortinas para no verme, los niños lloraban de miedo y los hombres trataban de lastimarme con palos, piedras y antorchas. Desde ese día que me nombran como “El temible Navarrete”.
_ ¿Usted es el temible Navarrete?_ Preguntó la niña sorprendida.
_ Sí, he vivido en esta casa por más de 10 años, sin salir del monte, y no he tenido con quien hablar en ese tiempo más que con un grillo que encontré a orillas del rio ahogándose.
_Yo no sé que le ven de temible, es la criatura más gentil que he visto. Venga conmigo al pueblo y convenceré a todos de que usted no es malo y que debe ser parte de nuestra comunidad.
_ Eres muy buena niña, pero no creo que el pueblo quiera ni escucharme.
_ No me importa lo que piense el pueblo, vendrás conmigo y lucharemos para que te respeten tal como eres.
Esa misma tarde la niña guió a Navarrete, que se había vestido muy elegantemente, hacia el pueblo. La criatura estaba totalmente asustada y sudaba hasta por las orejas. La niña lo agarro fuerte de la mano y le dijo: _ Tranquilo Navarrete. Pase lo que pase yo siempre seré tu amiga, y nunca te dejaré solo.
Navarrete sonrió al escuchar esas palabras y se sintió más seguro. Al verlos llegar, la madre de la niña comenzó a llorar y a gritar de la desesperación, espantada por el susto y la confusión. Y justo antes de que el pueblo comience a gritar y enloquecer del espanto, la niña tomó la mano de Navarrte y les contó lo que había hecho él por ella.
El pueblo, confundido, le creyó a la niña y aceptaron a Navarrete tal y como era. Esa noche celebraron su bienvenida con un banquete enorme, mitad carne y ensaladas para el pueblo y la otra mitad bocadillos de gusanos con te de bichos bolitas.
Desde ese día Navarrete fue el bicho más feliz y respetado de todo el mundo…

Autora: Sara Costante (1° Liceo --2012-)

miércoles, 14 de noviembre de 2012

La tierra sin dueño



Un día el buen Ramiro, buscando territorio para su rebaño, encontró una humilde chacrita llena de pastizales. Al ver el terreno abandonado y lleno de malas hierbas, Ramiro decide instalarse. Con el paso del tiempo, el pastorcito y su rebaño transformaron ese feo páramo lleno de malas hierbas, en un paraíso con flores y árboles repletos de frutas.

Hasta que un día, entre las nubes de tormenta y montado en un relámpago, apareció el Brujo Anacleto, gran propietario de tierras, amo y señor del negocio de las malas hierbas.

- Buen día buen pastor- dijo el Brujo - Vengo a comprarle su chacrita. Le ofrezco a cambio, un potro alado, con el que podrá galopar entre las nubes del cielo ¿qué le parece?

- Muchas gracias Señor Brujo, pero prefiero tener los pies sobre la tierra-

- Muy bien -insistió el Brujo- entonces le daré el mejor carruaje del pueblo ¿Qué tal?

- Le agradezco la oferta Don Anacleto, pero la tierra no se vende-

- ¿Ha no? -dijo el brujo con fastidio- ¿Y por qué motivo, se se puede saber?

- Porque la tierra no tiene dueño - Contestó el pastorcito.

- ¡¿Cómo dijo?! -exclamó el Brujo con una sonrisa siniestra- ¿Usted no es el dueño? Pero entonces... ¡Usted es un usurpador!

- Usted no entiende -intentó explicarse Ramiro-, el lugar estaba abandonado...

- ¡No importa! -grito Anacleto- Váyase ahora mismo o se arrepentirá -lo amenazó-

A lo que el pastorcito respondió: - ¿Y usted quién es para venir a hecharnos?

Entonces el Brujo Anacleto retrocedió unos pasos y apuntándolo con el dedo le dijo: - Te arrepentirás por este atrevimiento; te lanzaré un hechizo del que no podrás escapar- Y montando su relámpago desapareció entre las nubes negras de tormenta.

Para la mañana siguiente, el rebaño se había transformado en ratas, la cosecha en malas hierbas y el pastorcito en sapo. Sin saber que hacer, Ramiro se sentó a pensar un rato. En eso estaba cuando desde el campito de al lado se escuchó un lamento extraño. Ramiro se fue a los saltos a ver de que se trataba y resultó que era otro pastor víctima del brujo, convertido en lagartija. Al rato se encontraron con una vivorita, una ranita y hasta un grillito, todos víctimas de las brujerías de Don Anacleto. Entonces las familias de estos pastores comenzaron a rezar a los buenos espíritus de la tierra para espantar los maleficios de los campos, mientras sembraban de a poquito nuevas plantas de flores y frutos.

Pero Ramiro sabía que ni bien los campos se cubrieran de flores, el brujo volvería a las andadas. Por eso les propuso a los demás enfrentar al brujo en su guarida, situada en medio del monte del terror. Al llegar, los pastorcitos encuentran al brujo muy ocupado en una nueva pócima para hacer crecer las malas hierbas. Y mientras estaba distraído revolviendo su puchero misterioso, los pastorcitos se metieron bajo su túnica sin que los viera, aprovechando el hechizo que los convirtió en bichos chiquitos. Entonces le ataron los cordones de las zapatillas. Y cuando Anacleto quiso caminar, se tropezó con un portal mágico que había quedado abierto, que lo convirtió en una vaquita de San Antonio. Así, el hechizo se deshizo y los campos, los rebaños y los pastores recobraron su apariencia y su alegría.


Autor: Martín Van Autenboer (2° Media -2012-)

lunes, 12 de noviembre de 2012

Otros sueños



Sueñan los pájaros con comerse una lombriz
y sueñan los pobres con comerse un Big Mac
que un día caigan hamburguesas y papas fritas del cielo
que un día puedan ser parte de la sociedad
que un día puedan cumplir 1 de esos 1000 sueños

Ellos visten ropa y zapatillas de marca
pero hay un secreto oculto
detras de la ropa limpia y de marca
hay una casa y una familia
pobres
de padre negro
de madre aborigen
pájaros que no pueden volar
sin alas
chorros obligados a choriar
por un sistema social.

Martina Lozza (2° Media -2012-)

El sueño de Ernesto



Ernesto era un joven pobre al que le gustaba coleccionar piezas para armar juguetes. Sin embargo estaba condenado a trabajar en una fábrica de colchones.
Eran las 07:00 AM, suena el despertador, Ernesto bosteza: Aaah! Se pone su remera amarillo moco y sus zapatillas cuenta-pasos. Abre la puerta de su casa y va caminando al laburo, pensando en todo el tiempo que va a trabajar. Cuando llegó al laburo vio a sus compañeros armando un colchón entre ratas y desechos. Ya era la tarde cuando se quedó dormido en un colchón. Soñaba con su puestito de juguetes, cuando de repente lo despiertan. Era su jefe. Ernesto comenzó a implorar para que no lo despidiera, sin embargo el jefe no tuvo piedad. Ernesto regresó triste a su casa. Al llegar encendió la radio y escuchó la noticia de último momento: "Una estrella fugaz se verá hoy en la ciudad, pidan un deseo". Ernesto ve pasar la estrella y pide un deseo; su deseo consistía en poder abrir un puestito de juguetes. Al día siguiente salió y recolectó juguetes de la basura y con eso pudo poner un puesto en plaza Italia, donde atiende a la gente con una sonrisa deslumbrante.

 Tomás Ovalle (2° Media -2012-)

El Rey y la Linda



Había una vez, en un país que no figura en ningún mapa, un rey muy vanidoso que no le gustaba que alguien lo supere en belleza. Un día, por el pueblo, apareció una mujer hermosa, que todos los hombres se enamoraban de ella con solo olerle el pelo. El rey, al enterarse, mandó a los guardias más serios que tenía para atraparla.
La secuestraron y la llevaron a un calabozo. Días después, el rey fue a ver si estaba viva o muerta, pero se encontró con que ya no estaba. Se puso furioso con la cara roja como un tomate, los ojos con llamas. Y mató a los guardias. Luego mandó a todo su ejercito para encontarla. En la busqueda revolvieron el país entero, casa por casa, hasta encontarla en la casita más humilde del último pueblito. La torturó y hasta se dice que por obsesión, le ofreció el país entero. La niña le dijo que no, entonces el rey le pregunto qué quería. La niña le respondió "que me dejes vivir como si fuera una persona más, quiero que me trates como a todos".
El rey, de tan furioso que estaba, explotó. Así el país fue feliz, gracias a esta linda niña.


Autor: Ramiro Fornataro (1° Media -2012-)

jueves, 1 de noviembre de 2012

El viaje de Bruno y Tito



Un día aburrido y gris, Bruno y su hermano Tito estaban viendo fotos del país donde vivía su primo Pepe. Hacía un año que Pepe se tuvo que ir porque su papá no conseguía trabajo. A Tito se le ocurrió ir a visitarlo. Pero ni Tito ni Bruno sabían como viajar, así que empezaron a caminar sin rumbo hasta que se encontraron con un pato mágico que les dijo que los podía llevar hasta la frontera, volando por los aires, a cambio de que le peinaran las plumas. Ellos aceptaron.
Cuando finalmente llegaron al límite del país, el pato les agradeció el peinado y se alejó volando. Pero de repente dos hombres de hojalata aparecieron, cerrándoles el paso. Uno dijo "no se puede salir de este país" y el otro replicó "no se puede entrar a este otro". Los chicos regresaron sobre sus pasos, asustados pero también enojados y frustrados. Entonces a Bruno se le ocurrió un plan para cruzar la frontera. La idea era hacer un muñeco de hojas y ramas para distraer a los hombres de hojalata mientras ellos pasaban al otro lado. Bruno y Tito empezaron a armar al muñeco de hojas y ramas. Tardaron unos días. Pero cuando lo terminaron, se dieron cuenta que no lo podían mover. Se sentaron a descansar bajo un árbol. En ese momento Tito miró hacía arriba y vio muchos pajaritos, se ocordó del pato y les dijo:

- Hola, queríamos saber si podrían mover el muñeco de hojas y ramas. En agradecimiento, yo y mi hermano sabemos peinar plumas-

Los pájaros, al escuchar la historia de los chicos, aceptaron. Al día siguiente pusieron el plan en marcha. Los pájaros se metieron adentro del muñeco de hojas y ramas, y lo llevaron hasta la frontera. Cuando los hombres de hojalata lo vieron, enseguida fueron a investigar. Pero cuanto más se acercaban, el misterioso hombre más se alejaba. Entonces comenzaron a perseguirlo cada vez más rápido. Pero cuando estaban a punto de atraparlo, el extraño hombre se deshizo en el aire, transformandose en una bandada de pájaros que volaban en todas las direcciones. Los hombres de hojalata revisaron los restos de ramas y hojas, desconcertados. Para ese entonces, Bruno y Tito ya habían cruzado la frontera para visitar a su primo Pepe.

FIN


Autor: Juan Martín González Taboada (2° Media -2012-)

lunes, 22 de octubre de 2012

Del Otro Lado



Erase una vez un bosque encantado. En la parte más hermosa y rica vivía un grupito de duendes alegres y en armonía. Pero un día, llegaron los ogros del otro lado, oscuro y siniestro. Estos estaban hartos de estar desolados y en la oscuridad, con las criaturas más terribles. Así que debido a esto, decidieron pasar al lado de los duendes.

Los ogros median 4 o 5 metros de estatura, mientras que los duendes no alcanzaban el metro. Sus brazos eran más débiles que los de un ogro bebé, mientras que los ogros tenían unos brazos más fuertes que 100 duendes mayores juntos.
Pero en cambio, los ogros eran inocentes y no tenían mucho cerebro, mientras que los duendes eran muy astutos. Entonces aprovecharon esta ventaja para maltratarlos. Los duendes les hicieron un acuerdo a los ogros; les dijeron que ellos compartirían sus tierras a cambio de que les trajeran oro y plata de una mina. Los ogros, sin pensarlo lo aceptan, y dicen:

- Lo vamos a cumplir, somos ogros de palabra

Entonces los duendes cruzaron miradas muy obvias. La trampa estaba tendida. Ellos, los duendes, sabían dónde quedaba la mina, exactamente; quedaba del otro lado. Así, los ogros tuvieron que volver a su lugar de origen, para cumplir el acuerdo. Una vez que los ogros sacaron hasta el último gramo de oro, los duendes detonaron un explosivo que hizo que la mina entera se cayera abajo. Un silencio aterrador se apoderó del bosque. Las risas de los duendes daban más que terror, eran imparables.
Los ogros estuvieron sentados adentro de la tierra mucho tiempo... hasta que se les ocurrió una gran idea; se agacharon uno al lado del otro como escaleras, de mayor a menor, e hicieron que el más fuerte salga, así después ayudaría a los demás.
Cuando salieron todos, los ogros fueron en busca de su venganza. Agarraron duende por duende y los pusieron a trabajar como enanos de jardín.

De esta manera los ogros vivieron felices, en armonía y sin la esclavitud de los malditos duendes.


Autor: Camilo Araneo -2° Media 2012-

domingo, 14 de octubre de 2012

La Trampa de las Golosinas




Había una vez un niño llamado Pancho, que vivía en Jacarandá, un pueblito humilde ubicado entre dos montañas. Un día, a Pancho de le ocurrió salir a pasear por la plaza con su perro Polen, pero sus papás no lo dejaban salir ni a la puerta porque tenían miedo de que los soldaditos azules de la policía lo encierren en la Torre del Terror. Por eso Pancho vivía encerrado en su cuarto. Se pasaba el día mirando por la ventana, imaginando como sería el mundo exterior, hasta que un día un chico del barrio llamado Bartolo lo llamó desde la calle:

- Pancho, vamos que te ayudo a escapar- Pancho respondió:

- Dale Bartolo, tirame una soga

Entonces Bartolo le tiró la soga y Pancho escapó de su casa. Fueron a la plaza, jugaron un rato a las escondidas y al suibi-baja. Cuando caminaban de regreso a casa, un hombre gordo con pantalones de colores y chupetines en la mano les dijo:

- Niños, vengan a mi tienda de golosinas, que les daré caramelos gratis..-

Bartolo y pancho corrieron a la tienda, pero cuando entraron... ¡PATA PUF! ¡la tienda de golosinas se convirtió en un depósito de veneno para ratas!
Entonces el hombre gordo rió con una risa macabra y estruendosa, y palmeándose la enorme barriga les dijo:

- Ahora trabajarán para mí

Los niños muy asustados trabajaron y trabajaron sin descanso, días y días, mezclando pociones intoxicantes. Y justo cuando creyeron todo perdido, escucharon los ladridos de Polen, el perro de pancho, que los había encontrado por el olfato. Polen ladró y ladró y ladró, hasta que el gordo salió a ver que pasaba. Entonces Polen le mordió el dedo gordo del pie izquierdo. El gordo de los pantalones de colores grito de dolor y retrocedió saltando en una pata, con tanta mala suerte que tropezó y cayó dentro de una enorme fuente, llena con su propio veneno. Los niños aprovecharon para escapar corriendo a sus casas, junto con sus familias y su fiel amigo, Polen.


Autora: Martina Lozza (2° Media -2012-)

El Buen Gorrión



Había una vez un reino pequeño, desanimado y triste, donde los ríos estaban hechos de las lágrimas de los niños, las calles del silencio de las mujeres y las casas de lamentos de los hombres convertidos en ladrillos. Pero existía un pueblo en donde no todo era deprimente. Entre las lamentables casas había una distinta, con techo de chocolate, los marcos de las ventanas hechos de bastón dulce, puerta de un resistente turrón y unos colores deslumbrantes que alegraban al pueblo. En esa alegre casita vivía una criatura mitad hombre mitad pájaro, a quien llamaban "el buen gorrión". Como su nombre lo indica, Gorrión era bueno. Siempre que los chicos salían de la escuela, Gorrión los invitaba a jugar y siempre los alegraba.

Un día, mientras todos se divertían, se dejaron escuchar los cascos de unos caballos de juguete y se pudo ver avanzando por el camino la gran carroza de oro del Rey Raymundo. La carroza se detuvo frente a la casa de Gorrión. La dorada puerta se abrió y un hombrecito con una enorme corona de plata bajó mirando con desprecio a su alrededor. Era el mismísimo Rey. Hecho una furia se acercó a la entrada de la casa y con sus zapatillas hechas de enojo dio un fuerte pisotón, interrumpiendo las alegres rimas de una canción. Cuando Gorrión y los niños se callaron, el Rey dijo con gran enojo:

- ¡¿Qué significa todo este ruido?!

- Estábamos cantando con Gorrión- le respondió una dulce niña

- No puedo permitir que este monstruo altere el orden y la tranquilidad de mi reino. ¡Arréstenlo!- Dijo el Rey Raymundo, llamando a sus soldaditos de plomo, quienes vinieron enseguida y se llevaron a Gorrión.

Los niños se pusieron a llorar de tristeza, mientras caía del cielo una lluvia de jugo de limón. Y cuando parecía que todos habían perdido la esperanza, una niña de colitas rubias propuso a los chicos rescatar a Gorrón. Entre todos se pusieron de acuerdo y llevaron un ejercito de hombrecitos de jengibre al palacio de Raymundo, quienes entraron en su habitación mientras dormía y le pintaron la cara como a un payaso. A la mañana siguiente, cuando el Rey despertó y salió a los jardines del castillo, dónde todos los habitantes del reino lo esperaban para escuchar su tradicional discurso, todo el pueblo se burló de él con fuertes carcajadas. Tanta fue su humillación, que huyó despavorido, dejando su corona y las llaves de la jaula de caramelo donde había encerrado a Gorrión. Los niños pronto lo liberaron y lo declararon "el Rey Gorrión", pero este se negó diciendo:

- No quiero ser rey, seré solo uno más, así todos seremos iguales.



Autora: Florencia Sampietro (2° Media -2012-)



lunes, 8 de octubre de 2012

Las Marionetas



Sueñan las marionetas con el fin de la manipulación
con montar algún día su propia obra

No soy solo yo
somos muchos
marchando por una escenografía imaginaria
en busca de nuestro origen

Esperando que un Dios de trapo nos escuche
y nos regale un trozo de vida

Pero la felicidad no cae del cielo
mientras esperamos
la libertad
seguiremos actuando
en esta obra
de la que algún día
esperamos liberarnos.

Autora: Martina De Marco (1° Liceo -2012-)

viernes, 7 de septiembre de 2012

Sueños



Sueñan las gallinas con poder volar
y sueñan los esclavos con poder ser libres

Que algún día mágico
de los rayos del sol
caiga la buena suerte

Que caiga a cántaros de los rayos del sol
la buena suerte...
pero la buena no cayó ayer
ni hoy, ni mañana, ni nunca.

Ni en rayitos cae del sol la buena suerte
y aunque los esclavos se levanten con el pie derecho
o pisen caca de perro
la buena suerte no llega
para los nadies, los pibes que mandan a robar,
los aborígenes, los que son y a la vez no son,
los pobres.

 Autora: Mathias Amoroso (2° Media -2012-)

Los Esclavos



Sueñan los pájaros con abrir las jaulas
y desplegar sus alas
y volar
lejos

Que las llaves caigan del cielo

Pero por mucho que los pájaros canten

nuca llueven llaves
para abrir las jaulas
de los esclavos, los hijos del egoísmo
los dueños del dolor

Los esclavos; los lastimados, los usados, los condenados

Que no son, aunque sean
Que no tienen voz, aunque griten su dolor
Que no son humanos, sino recursos humanos.

Autora: Caterina Sottile (1° media -2012-)



lunes, 13 de agosto de 2012

Los Alguienes



Sueñan los ratones con atrapar al gato y sueñan los alguienes con comprar al mundo, con que algún día todos los obedezcan sin rebelarse.

Sueñan los alguienes con sobresalir; la palabra poder les queda chica y a la justica la conocen de memoria.

Los alguienes, los hijos de pocos, los dueños de todo.

Los alguienes, los únicos, los mejores; sueñan sueños con los ojos tan cerrados
que hasta pareciera que nunca los abren.

Aixa Bonella (1° Liceo - 2012-)

domingo, 12 de agosto de 2012

Las Fotos



Sueñan las fotos con la movilidad, mientras los fotógrafos descansan.

Las fotos, cómplices de un paisaje sencillo, dan una sensación de libertad,
encerrada y sin salida.

Sara Costante (1° Liceo - 2012)

Secuencia



Se despiertan, se retuercen, se desperezan, se asean, se cambian y aceptan.

Se empujan, se aprietan, se miran, se aborrecen, se someten, se dejan, se usan, se desechan.

Se ganan, se rebelan, se pierden, se lamentan, se lamen, se lloran, se dividen y se ignoran.

Se acostumbran, se calman, se tranquilizan, se moldean.


Se preguntan, se replantean, se iluminan, se desprenden y se entregan.



Chiara Minore (1° Liceo - 2012))

Vivienda Digna



El problema de la vivienda crece cada día más en nuestro país. El Estado Nacional argentino ha ratificado varios pactos internacionales que fueron incorporados a la Constitución Nacional, por medio de los cuales este ha asumido una responsabilidad ante sus ciudadanos, puesto que se compromete a garantizar los derechos consagrados en esos documentos. Es decir que el Estado argentino tiene la obligación de hacer, de intervenir, de ejecutar políticas públicas con el objetivo de que "todas los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino" tengan acceso a una vivienda digna.

Según el PIDESC, el derecho a la vivienda adecuada "debe considerarse como el derecho a vivir en paz, seguridad y dignidad en alguna parte donde haya opciones de empleo, hospitales, escuelas y demás servicios sociales (...) Una vivienda adecuada significa disponer de un lugar donde poder aislarse si se desea (...) y debe contener ciertos servicios indispensables para la salud, la seguridad, la comodidad y la nutrición" etc.

Sin embargo, y a pesar de todo esto, el Estado no cumple con estas obligaciones. Lamentablemente, los Estados suelen realizar estos pactos para legitimarse internacionalmente, pero sin intenciones reales de hacerlos cumplir.
En el caso argentino, el Estado no solo no cumple, sino que además reprime con desalojos y prisión a aquellas personas que producto de la desesperación buscaron satisfacer esa necesidad básica por sus propios medios.

Las personas que no poseen los recursos para comprar una vivienda digna se ven obligadas a buscar soluciones de emergencia. Una de ellas es la de construir con sus propias manos una casa de condiciones precarias en un terreno desocupado o abandonado. Y no me parece mal, ya que estas personas están procurando por sus propios medios lo que por derecho les corresponde y que el Estado no se molestó en garantizar, y por lo tanto este no debiera desalojarlos, porque de su irresponsabilidad y por su culpa es que esas personas se encunentran en dicha situación.

Yo creo que el que se debería quedar en prisión es el Estado, que constantemente, al no dar un hogar digno a aquellas personas que lo necesitan, está violando los derechos humanos suscriptos en los pactos que el mismo se comprometió a cumplir ante el mundo y ante sus propios ciudadanos.

Chiara Minore (1° Liceo - 2012))


Ya todos sabemos que estás



Trabajar.

Trabajar sin descansar.

Trabajar hasta quedarse sin fuerzas.

Y dejarse llevar, sin poder decir nada.

Trabajar anónimos, vivir anónimos, morir anónimos.

En un lugar donde la rutina gobierna y la ley es obedecer,
aspiramos humo, escupimos ruta y seguimos igual.

Orden social al que estamos sometidos, te vemos,
no es necesario que te escondas,
ya todos sabemos que estás.


Chiara Minore (1° Liceo - 2012)

lunes, 30 de julio de 2012

Los del laburo



Sueñan los perros con gatos en lata
y sueñan los del laburo con encontrarse una billetera

Que un día caiga guita del cielo
como si fuera el perdón de Dios

Y aunque lloviera guita
seguro se la llevaría
una hiperinflación

Los del laburo, dueños de palos y piedras

No hablan idiomas, sino jergas

No hacen arte, sino piezas

No tienen nombre, sino un código de barras

Y leen en el diario
su propia muerte

Y resulta ser que el tren que los mató
es más caro que el salario de toda su vida.

Augusto Castro (1° Liceo - 2012)




Sin Derechos



Cada vez era peor
cada vez estábamos más apretados
a cada minuto
las casas se achicaban

Poco a poco
dejamos de caminar
haciamos pilas de personas
en el suelo de tierra
contra las paredes de barro
tapabamos los agujeros
con nuestros cuerpos
para proteger a nuestros hijos

Y nos empezamos a ahogar
sin salud
sin oportunidades
sin derechos


Ailen Erramoundeguy (1° Liceo - 2012)



Esclavitud



Los esclavos sueñan con salir a caminar,
los esclavistas van en ferraris
a la playa

Los esclavos trabajan entre cucarachas,
los esclavistas nadan en guita

Los esclavos mueren aplastados en el tren
los esclavistas buscan nuevos esclavos

Sebastián Sassano (1° Liceo . 2012)

lunes, 16 de julio de 2012

En la sangre


El 56% de los habitantes argentinos tiene ascendencia indígena. Lo determinaron mediante análisis genéticos. El resto de la población es de origen mayoritariamente europeo. Entre las personas que poseen huellas aborígenes en su ADN, sólo el 10% es indígena puro. 


 
Sin saberlo y tallado en el ADN, los argentinos portan un mensaje de sus antepasados. Y en el 56% de los casos el que lo legó dejó escrito simplemente un solo dato: su origen amerindio. De la población actual, el 44% desciende sobre todo de ancestros europeos, pero el resto -la mayoría- tiene un linaje parcial o totalmente indígena. Así lo determinó un estudio realizado por el Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Universidad de Buenos Aires, a partir del análisis de casos en 11 provincias. "Lo que queda al descubierto es que no somos tan europeos como creemos ser", dice Daniel Corach, director del Servicio, profesor en la cátedra de Genética y Biología Molecular de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA e investigador del Conicet. En una segunda etapa -junto a Andrea Sala, investigadora del Conicet, y Miguel Marino, becario de esa institución- analizaron comunidades aborígenes puras.
A partir de 1992, y tomando muestras de ADN al azar de un total de 12 mil personas, los científicos pudieron ir tirando del hilo de la madeja de los genes para reconstruir la historia de la población que vive en nuestro país. Querían saber cuánto había aportado la población originaria en la formación de la actual Argentina. Ahora, con el estudio terminado, parece que fue mucho.
El análisis implicó leer los códigos inscriptos en el ADN mitocondrial, que aportan todas las madres, y en el Cromosoma Y, que sólo tienen los hombres y que les legan los padres. Y, que al no combinarse durante la unión para crear un nuevo ser, permanecen inalterables en las distintas generaciones.
Los investigadores argentinos, a cargo del estudio, sabían dónde buscar en ese rompecabezas de códigos genéticos. El método aplicado no es nuevo. Se usa desde mediados de los años 90 y se reduce a una célula. En realidad a su núcleo y a las mitocondrias, dos sitios donde se encuentran moléculas de ADN. Porque, finalmente, todo se centra en esa sigla que designa a una molécula compuesta por dos cadenas de unidades químicas (Adenina, Timina, Guanina y Citocina). De dónde ellas se ubiquen depende el mensaje. Habría que pensarlo como un abecedario de cuatro letras que forman palabras. El mensaje da cuenta del organismo.
En esa larga hilera de combinaciones que forman al Cromosoma Y, hay un marcador conocido con siglas y números: DYS199. En ese lugar, en el caso de los amerindios, aparece una característica típica -y científicamente comprobada- que portan todos los miembros de esa comunidad y que se verificó en gran parte de los hombres argentinos. Pero esa característica genética, explican los científicos, no necesariamente se manifiesta con algún rasgo físico visible. "De ahí que se haya podido sostener tanto tiempo la creencia de que la mayoría de la población argentina es de origen europeo", dice Corach.
Después el equipo buscó en un área determinada de las mitocondrias, también en una región que se mantiene inalterable y que se identifica como HVR I. El resultado fue el esperado: la mayoría de la muestra tenía ascendente materno no amerindio. Es decir, había mayoritariamente madres europeas (53,3%).
La combinación de ambos datos dio que hubo cruzamiento y que en el 56% de los casos había un legado indígena en algún lugar del ADN. De este segmento de la población, sólo el 10% era amerindio puro, sin ningún componente europeo.
La sorpresa para Corach se explica así: "Se cree que las dos grandes matanzas de población aborigen terminaron con 30.000 personas. Se supone que había más población. Seguramente lo que sucedió es que ellos tuvieron descendencia que está presente todavía. Creo que se sobreestima el componente europeo".
El científico sostiene que "la muestra del estudio es representativa porque incluye a la población urbana pero no sólo de la Capital Federal", explica. "Si analizamos a la población de Barrio Norte nos dará un alto porcentaje de origen europeo".
El método partió de un avance científico: desde hace unos años se sabe que parte de la historia queda registrada en el material genético que acarrean los humanos. Y tal novedad permite reconstruir el famoso "de dónde venimos" de la humanidad.
En un comienzo sólo pudo hacerse con el material aportado por las mujeres, que está en las mitocondrias. De ahí la polémica revelación de que las madres de todos los hombres era la "Eva mitocondrial", una mujer africana. A mitad de los años noventa, se pudo analizar el componente masculino, inscripto en el Cromosoma Y.
Ahora, Corach y compañía quieren averiguar cómo se movió esta población. Mientras tanto el mito fundacional está cuestionado. ¿Habrá que borrar esa parte de las guías de viaje y enciclopedias que dicen que más del 85% de la población argentina es de origen europeo?

Silvina Heguy.
sheguy@clarin.com

Rap contra el racismo en Argentina


lunes, 2 de abril de 2012

Capitalismo

"El capitalismo es el genocida más respetado del mundo." (E. Guevara)

domingo, 11 de marzo de 2012

Lucas "Chimu" Menghini Rey

 

La masacre de Once ya tiene lo que le faltaba: un nombre propio. Sus víctimas habían sido, hasta ahora, “los cincuenta muertos”, todos extrañamente anónimos. O quizá no fuera tan extraño: vivieron anónimos –violentamente anónimos–; que los mataran tampoco les dio nombres.
Ahora hay uno. Lucas Menghini Rey era el único nombre que estaba en todas partes, porque nadie sabía de él y su familia lo buscaba con tesón y ciertos medios. No lo encontraban en ninguna morgue, en ningún hospital: fue, por dos días, un desaparecido.  
 
Apareció, todos sabemos, cincuenta horas después del choque: su cuerpo había quedado entre dos vagones. La masacre de Once quedaba, así, completa.
Digo masacre. No digo tragedia, accidente, lamentable suceso. Digo masacre. La masacre de Once se presenta como extraordinaria y es un concentrado de lo más ordinario, de lo que pasa todo el tiempo en la Argentina: ser pobre no sólo es vivir peor; también es morir mucho más fácil. El choque de un tren donde nunca viaja ningún rico, ningún funcionario o empresario, lo pone en evidencia. El choque produce en un minuto lo mismo que este orden social produce, más discreto, todo el tiempo: cualquier enfermo pobre que llega a un hospital público tiene menos chances de curarse que un enfermo más rico en una clínica privada, cualquier obrero de la construcción tiene más chances de romperse la cabeza en el trabajo que un gerente de banco, cualquier vecino pobre de una villa tiene más chances de caer en un asalto que un vecino rico de Nordelta –y así de seguido.
Por eso, entre otras cosas, la masacre de Once pegó tan fuerte: porque es la síntesis de un orden, su puesta en evidencia más brutal.